Si su pantalla pudiera transmitir olores, esta nota tendría un mal olor proveniente de La Paz, Bolivia.
Baños públicos hay, pero no todo el mundo está dispuesto a pagar por su uso
En esta ciudad hay gente que confunde las calles con baños públicos, sin que las autoridades puedan hacer nada, además de amenazar con multas que llegan al equivalente de US$42, pero que nadie cobra ni paga.
Felicidad Miura es una barrendera de la plaza Alonso de Mendoza, en pleno centro de La Paz.
Ella le cuenta que a veces increpa a la gente por qué no usa el baño en vez de ensuciar la calle y cuenta que le contestan algo como esto: "La calle es libre, además, pagamos impuestos para que tu limpies la calle. Para eso te pagan".
El guardia municipal Ramiro Bolívar relata que en la plaza San Francisco, también en el centro de La Paz, hay dos baños públicos, pero que, pese eso, en los alrededores la gente prefiere usar alguna alcantarilla.
Bolívar cuenta que cuando sorprende a alguien en esos afanes, lo obliga a llevar un balde con agua para limpiar el lugar.
Multa de US$42
Pero la sanción que este guardia dice aplicar a la gente, no está escrita en ninguna norma. En cambio, hay una ordenanza municipal que dispone el pago de una multa equivalente a US$42 por hacer las necesidades en la calle y, en caso de que el ciudadano sea un reincidente, la sanción de duplica.
La norma, que está vigente desde 2006, establece "la prohibición de evacuar orina y excretas humanas en vías y espacios públicos, siendo un agravante, hacerlo en parques, plazas y establecimientos educativos y de salud".
Sin embargo, el comandante de la guardia municipal, el mayor Augusto Russo, sorprendió cuando dijo que no hay normas para sancionar a quienes usan las calles como baños públicos.
Russo comentó que, hasta ahora, sus guardias procedían a los infractores y los llevaban por unas horas a las celdas policiales.
Sin embargo, señala que desde la próxima semana se creará un ítem para cobrar la multa establecida en la ordenanza.
10 centavos por usar el baño
Cuando la barrendera Miura le pregunta a los infractores por qué lo hacen, le responden: "La calle es libre".
En La Paz, se paga unos 10 centavos de dólar por ingresar a los baños públicos, sin embargo, no todos están dispuestos a correr con ese gasto y, menos aún, los indigentes o ebrios que pululan por el centro de la ciudad.
A cualquier hora del día o de la noche, las alcantarillas o esquinas con poca luz se convierten en urinarios. Al día siguiente, en muchos casos, debe pasar una cisterna con agua para limpiar esos lugares.
Eso ocurre en la plaza Alonso de Mendoza, donde el policía René Santos cuenta que el lugar cercano al basurero se ha convertido en un baño. "Esa gente no se da cuenta, lo hace en cualquier lugar", dice a manera de protesta.
El comandante de la guardia municipal cree que esta problemática tiene que ver con "la educación y cultura de nuestra gente".
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